martes, 29 de octubre de 2013

LOS DISCOS DE BOWIE. Young Americans.




DAVID BOWIE
"Young Americans"
1975




A Bowie se le acusó de mercenario, comercialista, calculador y perseguidor de billetes cuando salió a la venta "Young Americans", venía de hacer una serie de discos muy personales, honestos, novedosos y en muchos momentos innovadores, cuando tuvo la ocurrencia de hacer un disco empapado hasta la médula de funk, en momentos en que el género tenía un resurgimiento con tintes muy comerciales.

Resulta que estaba nuestro protagonista haciendo gira norteamericana para presentar ante el público estadounidense, su álbum "Diamond Dogs", que era entonces el más reciente y resurgió en su interior, una vieja afición por la música soul-funk, acostumbrado a hacer lo que tenía ganas de hacer, llamó a Tony Visconti, su productor de cabecera y se pusieron a grabar el disco 

Dicen las crónicas de la época, que el disco casi en su totalidad, fue grabado en diez días de Agosto de 1974 y las posteriores sesiones fueron para afinar detalles, mezclar o completar la grabación de alguna canción, lo mismo se dice de la composición de las piezas que fueron creadas por David en corto tiempo.

La ruptura estilística fue contundente, y Bowie baila y nada en aguas hipotéticamente desconocidas como pez en "su agua", crea su propia concepción del funk y hasta encontró un estilo adecuado para cantar, con su característica maleabilidad, pero con una teatralidad exagerada, interpretando la pasión dolida de la música soul desde sus múltiples habilidades histriónicas.

"Fascination" es la joya del disco, febril, con un Bowie apasionado y un impulso potente de los coros ortodoxamente "funk", es una composición de David y Luther Vandross, aún muy joven participando como co autor de la pieza y en los coros de la mayoría de las canciones que Bowie cuidó y potenció como la sustancia "funkera" que le estremecía cada célula desde su más tierna adolescencia.

Hay un "cover" "Across the Universe" con la participación del mismísimo Lennon en guitarra y coros y una pieza estelar, el primer número uno en las listas americanas que alcanzó Bowie, la famosa, estaba destinada a serlo "Fame", compuesta por David, John Lennon y Carlos Alomar, que como siempre, aportaba un porcentaje significativo de la calidad del sonido Bowie, tanto como el extrañado Mike Ronson, aunque con un estilo guitarrístico muy diferente.

"Young Americans" tuvo ventas extraordinarias, fue destrozado por las críticas periodísticas, los seguidores más rígidos del camaleón abjuraron de él y de su obra y a Bowie le importó muy poco, tal vez sabía que con el tiempo sería un clásico rotundo que iría desplegando sus encantos ocultos sin prisa, año tras año, renovándose en el tiempo, como si fuera regrabado cada que fuera necesario.



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